CARSON, EU., julio 10 (EL UNIVERSAL).- Ríe, da indicaciones, bromea, y hasta intercambia varios conceptos con Jorge Vergara, propietario del club. Matías Almeyda goza la práctica del Guadalajara durante la calurosa mañana californiana.
No podía ser de otra forma, ya que está a 90 minutos de cristalizar uno de sus sueños más dorados desde que asumió las riendas de Chivas. La Supercopa, que esta tarde disputará frente al Veracruz, es un “bonus track” para el técnico del Rebaño, a quien lo que más importa es el premio que otorga el título: la clasificación a la Libertadores 2017, como “México 3”.
“Es una de las metas que me he trazado desde que llegué a aquí”, revela el “Pelado”. “Tuve la oportunidad de jugarla y es un torneo que me gusta. Las diferentes circunstancias de los viajes y rivales hacen que se tenga que pensar un poco más… Para Sudamérica es el trofeo más importante”.
También para él. Por eso, la pasa bien y dirige a un animado grupo, mientras el propietario del Guadalajara observa la sesión. La presencia de Vergara es aprovechada para generar contenido exclusivo de Chivas TV, proyecto que tendría mayor alcance con la participación rojiblanca en dicho torneo.
Han pasado cuatro años desde su más reciente experiencia, aunque fue amarga: quedó eliminado en la fase grupal. Compartió sector con Vélez Sarsfield (Argentina), Deportivo Quito (Ecuador) y Defensor Sporting (Uruguay).
Eso explica que las Chivas prefieran apelar a los dulces recuerdos, como el de hace una década en la cancha del hoy llamado StubHub Center, donde esta tarde chocarán con los Tiburones Rojos. Aquella vez, el rival era el mismo y también estaba en juego un boleto libertador. La única diferencia es que era dentro de la desaparecida Interliga. Los tapatíos se impusieron (2-1), con goles de Edwin Borboa y Omar Bravo; Gustavo Biscayzacú descontó.
“Hace ocho meses que estamos [en el club] y ésta sería la segunda final que tenemos oportunidad de jugar”, recuerda. “En el campeonato [de Liga] se lograron cosas importantes. Fue bueno, pero hay que repetirlo. Y un poco más. Queremos ganar este título”.
Al igual que el Veracruz, cuya historia carece de una expedición por Sudamérica. “La Libertadores es una competencia que nos agrada”, sentencia Pablo Marini, estratega escualo. “Sabemos que será un juego duro, sin embargo sería la primera vez que Veracruz esté en un torneo internacional”.