Sólo siete días separaron a Pedro Gallese de ser el villano de la apabullante goleada por 5-0 sufrida por Perú ante Brasil a ser el héroe de su clasificación para las semifinales de la Copa América en los penaltis contra Uruguay.
En apenas una semana, el indiscutible titular de Perú pasó del amargo trago de ser señalado como uno de los culpables de la pobre imagen ofrecida ante la pentacampeona del mundo a saborear las mieles del éxito ante la quince veces ganadora de la Copa América.
De cometer un vergonzoso fallo de principiante y regalar un gol a Roberto Firmino, a detener un penalti a Luis Suárez, clave para que Perú alcanzase las semifinales, lo que dejó al delantero uruguayo tendido entre lágrimas en el césped.
Justo antes de la tanda de penaltis, Paolo Guerrero le recordó su calidad: “Le dije que era grande, que iba a darnos la felicidad de la clasificación. Y lo dio: tapó el penalti”, contó Guerrero al acabar el partido. “Pedro lo sabe. Es un arquerazo. Todo el mundo lo elogia y lo ha demostrado en todo el proceso del profesor Gareca”, añadió.