La Asociación Mexicana de Futbolistas Profesionales tiene la misma fuerza que un sindicato, por lo cual “no hay necesidad de volverse uno”, aseguró Ernesto Meade, abogado especializado en legislación deportiva, además de ser el presidente de la Comisión de Apelación y Arbitraje del Deporte.
“Las ventajas que tiene una Asociación es que se regula en una asamblea y ésta es el ente máximo para regularlo internamente; el sindicato, en cambio, tiene que cumplir con muchos requisitos que establece la Ley Federal del Trabajo. En áreas de la industria y el comercio es recomendable por ser herramienta de negociación y hasta de choque, pero en el futbol no es necesario tener esa figura. En muchas otras ligas en el mundo, los jugadores se unen en asociaciones, no sindicatos”.
En México “viene bien tener una Asociación, porque hay más libertad de discutir internamente las formas que se deben tomar, hacer fuerza y negociar. En la cuestión de fuerza, la única diferencia que tiene el sindicato es convocar a huelga, la Asociación por su parte puede realizar un paro, a pesar de que la ley no lo reconozca, porque hay formas de hacer presión”.
Finalmente, Meade destacó que la AMFpro, ”ha comenzado con el pie derecho, y con el paso del tiempo crecerá más con la unión de las mujeres, ese es un gran paso para su movimiento”.