Félix Torres, defensor del Santos, se fue a llorar al vestidor del estadio Alfonso Lastras, después de recibir insultos raciales. Su compañero, Matheus Doria, se presentó a la videoconferencia y acusó –sin mencionar nombre(s)– estas acciones durante el partido ante el Atlético de San Luis.
“Mi compañero [Torres] está llorando en el vestidor, es mi hermano, no puede pasar eso, en México, Brasil o donde sea. Ya pasamos por ese tiempo”, comentó el brasileño, sin especificar quién o quiénes fueron los responsables de los insultos.
“Se deben revisar todas las cámaras, porque tuvimos un acto de racismo. No tenemos diferencia de colores, somos todos iguales. Por favor, nada más pido que me ayuden con eso. Venimos a jugar futbol, a disfrutar y solo queremos hacer nuestro trabajo, sin faltas de respeto hacia mis compañeros”, cerró Doria.
Minutos después, Guillermo Almada, entrenador del Santos, criticó la labor de Adonaí Escobedo, silbante del compromiso, pero negó conocimiento si su pupilo fue insultado con palabras racistas.
“Me deja todo un mal sabor de boca. Un arbitraje lamentable para los dos equipos. La gente quiere ver espectáculo y un árbitro que corta mucho el juego y toma decisiones erróneas. No escuché lo del racismo”, dijo el uruguayo.
“Vi que estaba rodeado por los compañeros pero no participé y no he convivido con él. Si es verdad, es algo lamentable, que no debe suceder en el mundo; debemos respetarnos todos”.