CIUDAD DE MÉXICO, agosto 9 (EL UNIVERSAL).- La presunta vinculación del futbolista Rafael Márquez con el narcotráfico es un capítulo más en una larga historia de futbolistas que en el pasado han sido relacionados a este crimen.
Colombia y México son los países en los que más a menudo se desvelan esta clase de sociedades. Aquí un breve recuento de lo ocurrido en el balompié azteca.
MÉXICO
-En 2013, Jared Borgetti asistió al cumpleaños 63 de Rafael Arellano Félix, por lo que quedó manchada su reputación.
-Jesús Corona estuvo envuelto en la sospecha de que el Cartel de Juárez impulsó su traspaso al Twente de Holanda, a través del «lavado» de dinero, vía su representante, el argentino Matías Bunge.
-De igual manera, se reveló que en la transferencia de Diego Reyes al Porto también hubo intervención del mismo Cartel de Juárez. Grupo Cónclave, con la participación de Rodolfo David Dávila Córdoba, «El Cónsul», operador financiero de la organización criminal, había fungido como intermediario, junto con el mismo Bunge.
– Omar «El Gato» Ortiz, ex portero de Monterrey y Jaguares, terminó en la cárcel, luego que se descubriera su participación en dos secuestros del Cártel del Golfo, por los que cobró más de 200 mil pesos.
-En 2012, la Agencia Antidrogas estadunidense (DEA) descubrió que los clubes Necaxa, Santos, Puebla y Salamanca habrían recibido dinero proveniente de los grupos paramilitares que forman parte del narcotráfico en Colombia.
-Tirso Martínez Sánchez era dueño del equipo Irapuato en 2004, pero la Federación Mexicana de Futbol desapareció de un plumazo a los «freseros», lo mismo que al Querétaro, con el argumento de reducir de 20 a 18 clubes la Primera División, aunque se sabe que el trasfondo fueron los vínculos al narcotráfico de Martínez y el lavado de dinero.
-Ese mismo año, la Procuraduría General de la República (PGR) intervino a los equipos Santos Laguna (Primera División) y León (Primera A), por presunto lavado de dinero de su propietario, Carlos Ahumada.