La vida da muchas vueltas. Eso les pasó a Eduardo Vargas y Edson Puch, quienes entre los dos anotaron seis de los siete goles en la humillante victoria de la Selección Chilena ante la mexicana, de aquel 18 de junio de 2016.
La derrota en la Copa América Centenario ha sido una de las peores en la historia del representativo de México. Un resultado que dolió mucho en el entorno nacional.
Sin embargo, también sirvió para que equipos del futbol mexicano pusieran mayor interés en los elementos chilenos. Curiosamente, los dos verdugos terminaron dando alegrías para los clubes de este país.
Puch, quien se desempeñaba en la Liga Deportiva de Quito, fue firmado ese mes por el Club Necaxa. Pasó de marcar dos goles del famoso 7-0, a entregar anotaciones al por mayor con los Rayos.
Sus números con el equipo hidrocálido provocaron su salida al Pachuca, en el que no le fue tan bien, para luego llegar al Querétaro. En su quinto torneo en la Liga MX sigue causando pesadillas, pero a las defensas rivales.
Un caso similar le ocurrió a ‘Edu’ Vargas. Esa noche en Santa Clara, California, el atacante se despachó con cuatro tantos. Una actuación que seguramente no pasó desapercibida para que los Tigres lo incorporaran a sus filas en enero de 2017, proveniente del TSG Hoffenheim.
Y aunque en su primer semestre en México no tuvo sus mejores registros, en el Apertura 2017 se lució con siete goles. Con el más importante en la final de vuelta ante Rayados, clave para el título de los ‘Felinos’. Una anotación que tampoco se olvida.
Marcelo Díaz y Enzo Roco, quienes también jugaron en aquel partido, también ficharon por Pumas y Cruz Azul, respectivamente. Actualmente ya salieron del futbol mexicano