La afición del Cruz Azul, al menos una pequeña parte de la fanaticada, todavía le guarda rencor a los jugadores, por los fracasos recientes, sobre todo esa humillación en las semifinales del torneo pasado.
Un grupo de seguidores asistieron al hotel de concentración, donde insultaron a los futbolistas y al entrenador, Juan Reynoso, antes de partir rumbo al Estadio Azteca.
“Se vendieron por nada. Jugadores de mierda, jugadores sin alma. Suden la camiseta que para eso les pagan”, cantaron, a una corta distancia del autobús del equipo.
“Pocos huevos, mucho sueldo”, también gritaron.
José de Jesús Corona y Julio César Domínguez, los capitanes del Cruz Azul, fueron los más señalados, etiquetados como “Bastardos sin gloria”, en referencia a la película de Quentin Tarantino.
El portero y Jonathan Rodríguez no quitaron su mirada de este grupo, pero ningún jugador se atrevió a contestar o acercarse a ellos. Elías Hernández simplemente sacudió la cabeza.
Cuando Reynoso, nuevo entrenador y quien apenas cuenta con dos semanas en La Noria, también recibió su mentada de madre.
El transporte celeste arrancó rumbo al Coloso de Santa Úrsula, mientras los aficionados continuaron con sus cánticos e insultos. Ninguno de los que se presentaron al hotel quiso contestar por qué realizar esta manifestación ante el plantel celeste.
El Cruz Azul no encontró más protestas en su llegada al Estadio Azteca, donde enfrentarán al Puebla