La FIFA investigará las acusaciones contra un entrenador de la liga femenina de Estados Unidos (NWSL) por acoso y abuso sexual de varias futbolistas, un escándalo que forzó el viernes la salida de la comisionada del torneo y la suspensión de partidos el fin de semana.
Las denuncias contra el técnico inglés Paul Riley fueron reveladas el jueves en una investigación del medio digital The Athletic.
Riley, quien niega las acusaciones, fue destituido fulminantemente el jueves como entrenador del North Carolina Courage. Un día después, los focos se centraron en las responsabilidades de la comisionada de la liga, Lisa Baird, señalada por no actuar tiempo atrás cuando fue informada de estos incidentes.
En pleno escándalo, la NWSL suspendió el viernes los cinco partidos programados para este fin de semana y en la noche anunció la renuncia de Baird.
Fuera de Estados Unidos, la FIFA emitió un comunicado sobre el caso en el que aseguró que está «profundamente preocupada por las recientes denuncias realizadas en Estados Unidos por varias jugadoras».
«Debido a la severidad y la gravedad de las acusaciones realizadas por las jugadoras, podemos confirmar que los órganos judiciales de la FIFA están estudiando activamente el asunto y han abierto una investigación preliminar».
«La FIFA se pondrá en contacto con las partes respectivas, incluyendo US Soccer y la NWSL, para obtener más información sobre las diversas preocupaciones sobre protección y las acusaciones de abuso que se han planteado», avanzó el órgano rector del fútbol mundial.
El rector de fútbol mundial remarcó que su posición es que «todo aquel que sea declarado culpable de mala conducta y abuso en el futbol deberá ser llevado ante la justicia, sancionado y retirado del juego».
Por su parte, la Federación de futbol estadounidense (US Soccer) avanzó que abría una «investigación independiente sobre las acusaciones de comportamiento abusivo y mala conducta sexual reportadas».
La Federación suspendió el jueves la licencia de entrenador de Riley, horas después de que fuera despedido por el North Carolina Courage, club al que dirigía desde 2017 y con el que ganó los títulos de la NWSL de 2018 y 2019.