El Universal
Guillermo Cantú termina de hablar del Necaxa y, de inmediato, se le nota incómodo ante la siguiente pregunta.
¿Qué pasó en aquel partido en el que México perdió en Trinidad y Tobago, supuestamente por un arreglo para que los caribeños pudieran ir al Mundial 2006? Versiones indican que pudo ser un “pago” para que México no fuera suspendido dos años de torneos internacionales, tras el dopaje positivo de Aarón Galindo y Salvador Carmona.
Cantú, director de Selecciones Nacionales en ese entonces, defiende la transparencia de su trabajo y de la Federación Mexicana de Futbol.
“Mira… este… Se ha hablado mucho y se va seguir hablando. ¿Cuántas veces se ha hablado del amaño de partidos entre América y Necaxa? Hoy no se hace porque ya no somos parte de Televisa, pero América sí. Eso es lo que puedo decir. En el tema de Selección… La de México, te aseguro que nadie sale a perder”, señala el ex federativo, hoy presidente de los Rayos.
Explica la decisión por la que Ricardo La Volpe usó un cuadro alterno en la visita a los trinitarios, que llegó cuando el Tri ya estaba clasificado a la competencia alemana.
“Hubo una polémica porque La Volpe había dicho que la eliminatoria la íbamos a pasar caminando. Faltaban tres fechas y el equipo estaba clasificado”, rememora.
“Como pasamos antes, te generabas un problema: ¿cómo motivas a los jugadores para ir a la Selección? Una manera es traer jugadores nuevos para probar. Sucede en todos lados. Si tienes dudas de algunos jugadores, traes tres o cuatro. Eso nos servía muchísimo para ver futbolistas y ver si tenía los tamaños de Selección”, ataja.
—¿Existe paranoia, entonces, por lo que ha pasado en la FIFA, Conmebol y la Concacaf?
“¿No te ha pasado de que te enteras de que se cayó un avión y te toca volar al día siguiente? Dices ‘ay, güey esto se va a caer’. Yo creo que pasa eso, y lo entiendo, pero ya está”, compara.
Con el remate a esa declaración, Cantú intenta alejar toda sospecha de arreglo de partido y dejar la suspicacia en un mero rumor.
“Si le quieres ver chichis a las serpientes, se las encuentras”, dice.
—¿La Femexfut está limpia? ¿Que le busquen al partido?
“Sí, claro [está limpia], si me preguntas a mí, sí”, dice sin querer ahondar.
—¿Por qué dice que hay limpieza?
“Porque lo vi desde adentro, te das cuenta que a veces buscas como país un trato preferencial por lo que significas en Concacaf y esperarías cortesía del rival y no es así, te quieren matar, literalmente. Ladrillos, piedras, te rompen el camión. No creo que vaya por ahí [esa derrota]”, considera.
Guillermo Cantú revela que la relación entre la Federación Mexicana y la Concacaf era “distante”. Argumenta que durante “mucho tiempo México estuvo al frente del organismo y seguramente se hicieron cosas que no les gustaron a los demás”.
“Desde que yo estoy en la parte directiva, siempre ha habido una relación muy tensa de México con Concacaf y nos marginaron casi por completo. Hay que platicar ahora para reactivar los lazos”, exhorta.
A Cantú se le nota esquivo cuando se le insiste acerca del Trinidad y Tobago-México en 2005. Prefiere hablar de rivalidades. Termina con la presunción de que “se va a seguir hablando de eso” por la búsqueda incesante de las “chichis a las culebras”.