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Fans del Atlético de Madrid castigan placa de Hugo Sánchez con basura

El Atlético de Madrid aún extraña su viejo estadio, el Vicente Calderón

MADRID, España, diciembre 5 (EL UNIVERSAL).- El Atlético de Madrid aún extraña su viejo estadio, el Vicente Calderón. El sustituto, el ultramoderno Wanda Metropolitano, queda en el otro extremo de la ciudad, en un sector aún a medio urbanizar, y los aficionados protestan por el ambiente frío.

Como cada ocasión que el Atleti juega de local, este fin de semana, en el partido contra la Real Sociedad, la placa conmemorativa a Hugo Sánchez, una de las dedicadas a los ídolos del equipo, volvió a ser ensuciada con basura.

La placa de Hugo luce frente al estadio en el denominado «Paseo de las Estrellas», donde se homenajea a los futbolistas que disputaron más de 100 encuentros con el club. Pero los aficionados no perdonan la marcha de algunos de esos jugadores, que dejaron la institución por la puerta de atrás.

Mientras sobre la placa de Luis Aragonés, jugador y entrenador del equipo nacional español que ganó la Eurocopa de 2008, reposan ramos de flores y velas, la de Sánchez es un estercolero de latas, cigarrillos y orines que intentan tapar su nombre, en una especie de conjuro para borrarlo de la historia del club.

En un concurso de impopularidad, el ganador indiscutible parece ser el mexicano, por encima de otros «traidores» que tienen placa en el paseo. El turco Arda Turán y el argentino Sergio Kun Agüero también son castigados con basura antes de cada partido, pero ninguno con tanto ahínco como Hugo, quien jugó 162 encuentros con el Atleti y anotó 82 goles.

El cuarto goleador de la historia de la Liga española jugó con los Colchoneros de 1981 a 1985 y ganó con el equipo una Copa del Rey, además del trofeo Pichichi al máximo goleador de la Liga. Luego fichó por el Real Madrid, el máximo rival, donde se consagró con cinco Ligas consecutivas, otra Copa del Rey, tres Supercopas de España y una Copa de la UEFA.

Ante la insistencia en el ritual, Sánchez ha pedido «respeto» a los aficionados rojiblancos. No ha habido. «Yo me fui en 1985 porque tenía hambre de triunfos y en aquella época era difícil que el Atlético me diera esas oportunidades», declaró al diario ABC