Megan Rapinoe y Carli Lloyd anotaron dos goles cada una y Estados Unidos ganó el jueves el bronce en el fútbol olímpico femenino al imponerse por 4-3 a Australia. Fue probablemente el mejor partido de las estadounidenses en un torneo desigual que comenzaron perdiendo. Rapinoe marcó el ritmo con un madrugador gol olímpico, directamente desde el banderín de córner.
Las australianas fracasaron en su primera oportunidad de subir al podio en unos Juegos, algo que no han logrado nunca antes en fútbol. Las “matildas” no eran las favoritas frente a Estados Unidos, que está al frente del ránking mundial y es el vigente campeón de la Copa del Mundo, y aspiraba a conquistar su quinto oro. Pero este cartel no les evitó pasar problemas durante la competencia, incluyendo en su derrota por la mínima ante Canadá en semis.
Con Australia, el equipo estadounidense parecía otro. Rapinoe adelantó a Estados Unidos con un remate desde la esquina a los ocho minutos de juego. Sam Kerr empató a los 17 con un remate que superó a la portera Adrianna Franch, quien debutaba como titular en un gran torneo tras la lesión de rodilla de Alyssa Naeher en el último juego.
La segunda diana de Rapinoe llegó apenas tres minutos después, con una impresionante volea que evidenció cuánto echaban de menos las australianas a la zaguera Ellie Carpenter, ausente tras su expulsión en semis. Lloyd hizo el 3-1 en el descuento de la primera mitad con un tiro con la zurda que batió a Teagan Micah. Tras la reanudación, a los 51 minutos, sumó otro que la situó como máxima goleadora olímpica de su país, con 10 goles.
Es probable que este fuese el último torneo importante de Lloyd, de 39 años y con 312 partidos internacionales. Cuando fue sustituida a los 81 minutos, sus compañeras se acercaron para estrecharle la mano mientras desde la banca le ofrecían una ovación en pie. Caitlin Foord volvió a meter a Australia en el partido con un tanto a los 54 minutos antes de que Emily Gielnik redujese más aún la distancia, aunque en vano, a los 90.