El Universal
El exfutbolista francés Eric Cantona, al que le gusta envolverse en un halo de rebeldía y solidaridad, se ha sumado a otras celebridades dispuestas a prestar ayuda a los refugiados que llegan masivamente a Europa, inspirado por el éxodo de sus abuelos, republicanos españoles que escaparon del franquismo.
Reconvertido en actor, el exdelantero del Manchester United está de gira por los medios de comunicación franceses para promocionar sus últimos trabajos escénicos: la película «Les rois du monde», de Laurent Laffargue, y la obra «Victor», que dirige su esposa, Rachida Brakni, y se representa en el teatro Hébertot de París.
Como futbolista, tenía carácter, mucho. Que le pregunten a Matthew Simmons, el aficionado al que pateó en la grada del Crystal Palace en 1995 por lanzarle insultos racistas, probablemente el mayor de los escándalos del jugador.
Retirado de los terrenos de juego desde 1997, ahora a sus 49 años Cantona sigue arrojando una personalidad única y, sin pelos en la lengua, lo mismo responde de fútbol que de cine o de política. El ex futbolista dijo primero que estaba dispuesto a acoger refugiados en su casa y ahora ha explicado que la idea va tomando forma.
«Estoy poniéndola en marcha con la delegación del Gobierno de Marsella. La semana que viene tengo una reunión con una asociación que trabaja con ellos», ha explicado en los micrófonos de «France Inter».
Se compromete a dar cobijo «al menos dos años» a refugiados en «una casa de 50 metros cuadrados con unos 300 metros cuadrados de jardín. Además, les dará alimento, dice.
«El problema es que durante un año no tienen derecho a trabajar. Así que si se aloja a alguien que no puede trabajar, hay que alimentarle», explica.
Su iniciativa solidaria, que no chirría con su cercanía a la célebre asociación de ayuda a los sin techo, la Fondation Abbé-Pierre, nace, en parte, de la experiencia del exilio de sus abuelos españoles.
«Mis abuelos maternos vivieron eso porque eran republicanos españoles que huyeron del franquismo. Cruzaron los pirineos a pie y fueron refugiados en las playas de Argelès (en el sur de Francia). Pesa el hecho de que nuestra historia sea así», explica Cantona.
Su gesto responde también a que considera la cuestión de los refugiados como algo «verdaderamente importante», y para intentar «dar ejemplo», dice Cantona, que se inscribe en la línea marcada por el cantautor francés Charles Aznavour, que a sus 91 años ha declarado que acondicionará un espacio en el jardín de su casa para instalar una casa prefabricada para refugiados.
«Aznavour conoció eso con Armenia», agrega el ex futbolista, en referencia a un intelectual nacido en Francia por casualidad, mientras sus padres esperaban un visado para viajar a los Estados Unidos.
El músico, compositor, actor y diplomático, que contribuyó a popularizar la llamada «chanson française» con títulos como «Les Emigrants», un himno en favor de quienes se ven forzados a abandonar su tierra natal, lanzó primero la idea de repoblar aldeas abandonadas de Francia con refugiados.
Y en la última semana, ha asegurado que está haciendo gestiones para talar un par de olivos en una propiedad en el sur del país, levantar una vivienda y cedérsela a refugiados.
Junto a Cantona y a Aznavour, otras personalidades francesas se han pronunciado a favor de la acogida de refugiados sirios, iraquíes o eritreos en Francia.
El actor Omar Sy, la intérprete Juliette Binoche, el director Jean-Louis Trintignant, la cineasta Isabelle Adjani o el director Michel Hazanavicius forman parte de los 222 artistas que firmaron una carta en la que se decían dispuestos a ceder parte de su salario para ayudar a aquellos que huyen de la guerra y buscan asilo en Europa.