Madrid.— La final de la Copa Libertadores entre River Plate y Boca Juniors provocará el blindaje del estadio Santiago Bernabéu, y un riguroso control policial de estaciones y aeropuertos españoles, debido a los violentos antecedentes que provocaron la suspensión de la justa deportiva en Argentina.
Frente a un partido considerado de alto riesgo, las autoridades españolas trabajan en el despliegue de un gran operativo de seguridad para garantizar el orden público ante la llegada de miles de seguidores de ambos equipos.
Los incidentes protagonizados por las barras bravas del River, en los que resultaron heridos varios jugadores xeneizes, y que obligaron a cancelar en Buenos Aires el juego de vuelta de la final de la Libertadores, están muy presentes en la planificación, que buscará neutralizar cualquier acción de radicales procedentes de Argentina.
Efectivos antidisturbios de las Unidades de Intervención, policías a caballo y perros adiestrados para detectar sustancias explosivas forman, entre otros, parte de los operativos que se implementan ante eventos deportivos de alto riesgo.
El choque entre Boca y River podría implicar a más de 2 mil agentes, dependiendo del número de seguidores que viajen. La policía buscará que las aficiones estén ais- ladas en las gradas del Bernabéu y que no coincidan en los espacios públicos madrileños.
Además, vehículos policiales escoltarán los camiones en los que se trasladen los equipos cuando estén en España.