¿No se supone que ya se había acabado eso de un mini draft entre los equipos del mismo dueño? Parece que no, porque —en esta época de “futbol de estufa”, con compras y ventas— los clubes que se han visto más movidos son los que tienen lazos consanguíneos, por así decirlo.
Atlas y Santos se han encargado de intercambiar jugadores a diestra y siniestra y, por si no bastara eso, Tampico Madero —que también pertenece a Grupo Orlegi— le ha entrado.
Lo mismo pasa con el Grupo Pachuca: Tuzos, León y Zacatecas, antes de su venta, y ya se empiezan a ver movimientos del mismo tipo entre el Atlante y su nuevo “hermano mayor”: el Querétaro. ¿No que ya no se permitía?