Los aficionados de ambos equipos, cientos de periodistas acreditados y los propios jugadores no son los únicos molestos con la nueva postergación de la final de la Copa Libertadores entre el River Plate y el Boca Juniors.
A la cadena Fox Sports Argentina, generadora de la transmisión del certamen, no le hizo ni tantita gracia que ayer volviera a decidirse no jugar el partido, ya que la popularidad de ambos clubes y el morbo que se ha generado en torno al duelo garantizaba muy buen rating, además de los espacios publicitarios que ya habían venido en Sudamérica.
Si se juega en miércoles, la audiencia será menor.