Al Calor Deportivo

Empieza a haber presión para André Jardine en el América

Por diversos factores, hay un equipo de los denominados “grandes” del futbol mexicano que tiene alta presión para este Apertura 2023. Se trata del América de André Jardine.

Luego de su polémica eliminación en la Leagues Cup, en penaltis frente al Nashville, la sequía de títulos se ha alargado en Coapa. Las vitrinas en El Nido no se abren desde 2019.

Desde el 10 de abril de ese año, cuando conquistaron la Copa MX frente al FC Juárez, las Águilas suman poco más de cuatro años sin levantar algún título. Desde entonces, han disputado 12 trofeos sin tener éxito, sin contar las dos ediciones de la Copa por México.

Ocho torneos de Liga, dos Concachampions y dos Leagues Cup son los certámenes que ha disputado el América desde 2019. Una pesada losa que desde ya carga Jardine en el banquillo azulcrema y la plática que tuvieron ayer con el dueño de la institución, Emilio Azcárraga Jean, en las instalaciones de Coapa, confirma el único objetivo para este semestre: Ganar el título de Liga.

Los números empeoran cuando la sequía se centra únicamente en torneos de Liga MX. De no conquistar el Apertura 2023, las Águilas habrán cerrado un lustro sin ampliar su palmarés, la segunda racha más larga en lo que va del siglo.

En los más recientes 23 años, es de 2005 (Clausura) a 2013 (Clausura), la racha más larga sin títulos de Liga por parte de la institución azulcrema, seguida de la que sufre en la actualidad. No conquista un cetro desde que se impuso (2-0) al Cruz Azul en el Apertura 2018, bajo el mando de Miguel Herrera.

América, en el nuevo milenio, ha conquistado cinco títulos: Verano 2002 (Necaxa), Clausura 2005 (Estudiantes-Tecos), Clausura 2013 (Cruz Azul), Apertura 2014 (Tigres) y Apertura 2018 (Cruz Azul).

Llegar al lustro sin conquistas es inadmisible para la directiva americanista, todo el cuerpo técnico y jugadores, que —de nueva cuenta— dejaron mucho que desear en una fase final, esta vez internacional. América se ha quedado muy cerca en los últimos años, pero en Coapa no basta con eso. La presión, tal vez injusta para un recién llegado Jardine, es inevitable.