Ronnie Brunswijkel de 60 años de edad, quién es vicepresidente de Surinam, y que jugó con el Inter Moengotapoe de aquel país y del cual es dueño, en un juego por la Liga de Concacaf ante el Olimpia de Honduras, no podrá estar en el duelo de vuelta a disputarse en Tegucigalpa, debido a que podría ser detenido.
Resulta que Brunswijkel, tiene un ficha de captura pendiente de la Interpol, debido a que está acusado de narcotráfico.
El político jugó durante 54 minutos en el partido de ida ante los hondureños, el cual acabó con derrota para su club, por 0-6. También actuó su hijo, de nombre Damián, quien sólo estuvo en la cancha 30 minutos.
Según informes, si el político sale de su país, podría ser detenido de inmediato por la policía internacional. Surinam no extradita a sus ciudadanos. Brunswijkel lideró un levantamiento durante los 80 contra el presidente de Surinam Desi Bouterse, que terminó en un golpe de estado. Desde el 2005 es legislador y ahora vicepresidente.
En 1999 un tribunal francés lo condenó por narcotráfico a diez años de cárcel. También es acusado de ser ladrón de bancos.
Después de finalizado el partido, el político, guerrillero, agricultor y político, entró al vestidor del Olimpia a felicitar a sus rivales y a repartir dinero entre ellos, según circula un vídeo en redes sociales.