Ricardo Ferretti es un dolor de cabeza para Miguel Herrera. El Tuca tiene paternidad sobre el Piojo y buscará continuar con el dominio esta noche, cuando los Tigres visiten al América.
Ferretti y Herrera se han visto las caras en 35 ocasiones, con sólo nueve victorias para el timonel de las Águilas, ocho empates y 18 triunfos para el estratega brasileño. Por si fuera poco, de las 10 ocasiones que Herrera ha enfrentado a los Tigres al frente del América, nada más tiene una victoria, por cinco igualadas y cuatro derrotas.
El conjunto americanista tratará de romper otro maleficio: imponerse a los felinos, a los que no les pegan desde el Clausura 2015 en el Estadio Azteca. En los más recientes cuatro duelos, sufrieron dos descalabros e igualaron un par de veces.
La ventaja para el América es que no saltará a la cancha André-Pierre Gignac, descartado para el compromiso por un problema en la rodilla. El francés tiene como uno de sus principales clientes a las Águilas, a los que les ha clavado ocho goles, pero el Piojo no se confía.
“Están también [Enner] Valencia y [Eduardo] Vargas, quienes no son menos, son muy buenos, Gignac es referencia, pero los otros también son muy buenos, hay que estar atentos a todos”, dijo.
Dos de los mejores equipos chocarán en el Coloso de Santa Úrsula. Los Tigres se ubican en la segunda posición y el América se localiza en el cuarto sitio. Herrera sabe que enfrentar a uno de los equipos más regulares del campeonato le servirá como parámetro para saber el real nivel del cuadro azulcrema.
“Son plantillas muy importantes, aportan jugadores a selecciones, han ganado títulos, se ha hecho una rivalidad importante, porque son equipos a vencer. Es un gran parámetro para nosotros y también lo somos para ellos, para ver cómo se comportan de visitantes”, apuntó.
“Han marcado pauta, son equipos que intentan ganar, apostar a su continuidad para alcanzar logros. Son dos equipos muy vastos, dos grandes instituciones, pero hay que ganar el partido para ver si eres más grande o chico”, aseguró.
El Piojo agregó que, si bien es cierto nació una rivalidad importante entre los conjuntos, no se puede considerar un clásico: “A la gente le gusta apostar, jugarse algo por sus equipos, porque el orgullo esté intacto y sí se convierte en un gran partido por los planteles, pero un clásico lo establecen las aficiones”.
Oribe Peralta y Roger Martínez siguen sin recuperarse de sus lesiones y quedaron descartados.