El Universal
Había morbo en el ambiente. Se disipó. México ganó a Honduras (2-1) con alguna dosis de sufrimiento y se medirá en las semifinales del Torneo Preolímpico a Canadá por el pase directo a la justa de Río de Janeiro 2016.
El Tri, con el triunfo, dejó atrás cualquier posibilidad de enfrentar a Estados Unidos el próximo sábado. Tendrá enfrente a un rival, en el papel, más endeble para acceder a la máxima justa deportivo del orbe.
Estaba la incertidumbre antes del silbatazo inicial de que existiera un doble enfrentamiento entre los mexicanos y el combinado de las barras y las estrellas el próximo sábado. Pero no será así.
Los verdes tenían que perder para que se diera ese duelo, pero sacaron el resultado más rápido de lo esperado. Ayudó a los dirigidos por Raúl Gutiérrez que los catrachos se quedaron con 10 hombres por una agresión de Allans Vargas sobre Marco Bueno. El tricolor también debió irse a la ducha, pero el silbante sólo optó por mostrarle la tarjeta roja al elemento hondureño.
De esa falta, apenas afuera del área grande, Raúl López marcó el primer gol del partido. Clara colaboración del meta centraomericano, Harold Fonseca, pues el tiro del ‘Dedos’ iba sin mucha fuerza ni colocación, pero se coló casi por el centro de la portería (4’).
A partir de entonces, México se convirtió en el amo y señor del partido. El paseo del balón y la desesperación contraria hicieron que el Tri Sub-22 se sintiera como en el terreno de juego.
Poco a poco abrumó a Honduras que corría entre la frustración y la incapacidad de equilibrar un partido en el que la diferencia entre el númeor de jugadores entre uno y otro equipo pesaba demasiado.
Vínieron las fallas de México. Entre Hirving Lozano y Jordan Silva, quienes mandaron a las nubes sus intentos, cuando el arco rival se encontraba vacío.
Antes del descanso, un conato de bronca generado por la desilusión hondureña combinada con la soberbia tricolor que mostraba un cuadro sobrado.
El corazón catracho no se dio por vencido en el complemento. Alberth Elis, con un tiro entre las piernas de Gibrán Lajud, igualó el partido. Había nervio en México, que quedó desconcertado por esa anotación que no esperaba (59’).
Instantes de tensión que crecía cada vez que los centroamericanos se adueñaban de la pelota. Daba la sensación de que una jugada les bastaría para enviar al Tri a jugarse la participación en los próximos Juegos Olímpicos ante Estados Unidos este sábado.
El suspiro de alivio lo llevó Érick Torres a la banca del Tri. El apodado ‘Cubo’ recibió un servicio a la altura del manchón de penalti, hizo una recepción dirigida que le puso el esférico a disposición para ejecutar un tiro potente.
Lo hizo. La pelota se anidó en el marco (65’). Ahí se acabó el partido, pese a que faltaban poco menos de media hora al duelo.
Honduras ya no tuvo oxígeno para seguir en la contienda. La esperanza se le murió y sólo esperó a que el final llegara.
México se quedó con la satisfacción de hacer una ronda perfecta. Nueve puntos en tres partidos. Por momentos se ha visto endeble, sin definición, pero la misión está por cumplirse. Le bastará deshacerse de los canadienses para ir a los Olímpicos y soñar con la medalla de oro que ganó en Londres 2012.