Si de por sí su imagen se ha deteriorado bastante durante los más recientes meses, debido a los pobres resultados obtenidos en 2021, lo que sucedió con Hirving Lozano no ayuda en algo a Gerardo Martino, quien parece no tener la mano dura que se pensaba al frente de la Selección Mexicana.
Viene de un complicado golpe en la cara sufrido en el debut dentro de la Copa Oro, pero nadie entiende por qué se permitió que el Chucky dijera “no, gracias” a la convocatoria para el inicio de la eliminatoria.
¿Dónde quedó aquel Tata que no permitía desaires? Porque a Jesús Manuel Corona y hasta a Javier Hernández no se les permitieron.