Todo pudo irse a los tiempos extra en la final de la Copa Libertadores. Todo apuntaba a que el cero a cero prevalecería hasta el final. Pero…
Minuto 94. Se jugaban cuatro de los ocho suplementarios que determinó el árbitro argentino Patricio Lostaou.
Entonces sucedió. La pelota se va por la banda, el saque era del Palmeiras, pero el técnico del Santos, Alexi Stival ‘Cuca’, quiere tomar el balón cuando el defensor rival Marcos Rocha también va por él. Unos manotazos, empujones y se arma el conato de bronca.
El silbante no se anda por las ramas y expulsa al entrenador, quienes después de rogar que se vea el VAR se va a la tribuna para perderse con los aficionados.
Minutos después, dos jugadas más adelante vino el centro de Gabriel Menino, el remate de Henrique Lopes y el gol de Palmeiras.
¿Desconcentración por culpa de ese incidente de Cuca?
El Maracaná explotó, a pesar de que solo había ocho mil personas, todas amontonadas y sin respetar las reglas de sanidad.
El juego se fue hasta los 105 minutos, pero el Santos ya no se recuperó, anduvo noqueado todo ese tiempo y el Verdao se levantó campeón.