Guadalajara.— La premisa es clara con las Chivas: no gastar. No más las épocas en las que la cartera se abría en pos de traer a refuerzos caros y con renombre. Al terminar el torneo del título, Clausura 2017, comenzaron a bajar la nómina.
Miguel Ponce prefirió irse a Necaxa, Carlos Peña a Escocia, Néstor Calderón recaló en Pumas, Guillermo Martínez y Alejandro Zendejas fueron enviados a Zacatepec, en el Ascenso MX, al igual que el defensa Carlos Villanueva.
Del equipo que fue campeón en el Clausura, ya se fueron cinco elementos y los que más jugaban eran Ponce y el Avión, quien fue pieza clave en la Liguilla. Con sus salidas bajaron mucho la nómina. Gullit Peña (campeón en Copa ante León) ya se había ido.
El resultado de Chivas en el Torneo Apertura 2017, tras el doblete en Liga y Copa, fue de fracaso. Para el Régimen de Transferencias efectuado ayer en Toluca, los rojiblancos continuaron con la tendencia de bajar su nómina.
A Rodolfo Cota, en vez de comprarlo, lograron obtener un préstamo por seis meses más, que no superó los 250 mil dólares. La inversión para el Clausura 2018 fue lejos de la que debe hacer un equipo que busca ser campeón.
La llegada de Walter Gael Sandoval estuvo involucrada con la salida de José Juan Vázquez al Santos, equipo que también cedió a Chivas a su promesa Ronaldo Cisneros, delantero de las características que le gustan a Matías Almeyda.
La operación de la joven promesa no superó los 2 millones de billetes verdes.
Chivas, con toda la gente que se le ha ido en los últimos dos torneos, está bajando su nómina de manera importante, porque quienes se van tienen más jerarquía que los que llegan y experiencia en el futbol profesional.