El Universal
El Rayo se reencontró con una victoria que no lograba en casa desde el 23 de noviembre y se impuso (2-0) con goles de Alberto Bueno y Gael Kakuta a un Villarreal que sigue sexto clasificado y que acusó en Vallecas las rotaciones y el cansancio por tanta competición.
La exigencia para el Villarreal de disputar tres competiciones y la pérdida por lesión de jugadores importantes como Bruno Soriano, Jonathan Dos Santos y Uche, hizo que Marcelino García Toral optara por hacer rotaciones en su once para dosificar a sus hombres.
Paco Jémez también las hizo en el Rayo, pero en este caso para buscar aire fresco en un once que venía dando síntomas de agotamiento en los últimos partidos.
En el conjunto madrileño sorprendieron las ausencias del central senegalés Abdoulaye Ba, el lateral izquierdo argentino Emiliano Insua y el capitán Roberto Trashorras, todos ellos titulares habituales.
El Villarreal, con la presión de conocer las victorias de Sevilla y Valencia, sus dos rivales directos por la cuarta plaza, llegó a Vallecas dispuesto a pescar unos puntos que estaban volando con bastante facilidad esta temporada del feudo madrileño.
El equipo local, que no brindaba a su afición una victoria en casa desde el 23 de noviembre, salió muy enchufado desde el inicio y en la primera mitad contabilizó varias ocasiones de peligro, casi todas en balones aéreos que terminaron con remates de cabeza del brasileño Leo Baptistao y el portugués Licá.
Sin embargo, pese al dominio local de la posesión y de la iniciativa ofensiva, el Villarreal pudo irse al descanso por delante con dos ocasiones muy claras que llevaron el miedo a la grada de Vallecas.
La primera, a los veinte minutos, con un balón de Sergio Marcos a la espalda de la defensa del Rayo que Víctor Ruiz recogió en el segundo palo y cuyo su disparo se marchó alto. La segunda, siete minutos después, tras un error garrafal de la defensa local que el ariete mexicano Gio Dos Santos, solo ante Toño, no acertó a convertir tras una buena salida del portero alicantino.
Nada más comenzar la segunda parte, las buenas sensaciones que venía transmitiendo el Rayo, solo empañadas por errores puntuales en defensa, se transformaron en gol. Alberto Bueno recibió el balón en el segundo palo, lo controló, lo bajó al piso y, tras zafarse de dos rivales, batió por bajo a Sergio Asenjo.
El gol del Rayo provocó que Marcelino, viendo lo cómodo que estaba su rival sobre el césped, diera entrada al extremo Denis Cheryshev y al delantero argentino Luciano Vietto en busca de otras prestaciones para su equipo, pero pocos minutos después del cambio las esperanzas de remontada del Villarreal comenzaron a esfumarse.
A los 69 minutos, un balón por alto fue prolongado por Manucho y Licá, en la línea de fondo, centró raso a contrapié de la defensa visitante para que Kakuta, anticipándose a su marcador, firmase el segundo gol.
Pese a la desventaja, los intentos del Villarreal por seguir vivo en el choque no cesaron y poco después Toño volvió a salvar al Rayo con una parada de mucho mérito ante Vietto, que tuvo una doble oportunidad con un remate al palo y otro disparo que atrapó en el área pequeña el portero local.
Ese fallo de Vietto, en esa oportunidad tan clara, dio muestras de que no era la noche del Villarreal, que se marchó de vacío de Vallecas por primera vez en la máxima categoría, puesto que sus anteriores cinco visitas las saldó con cuatro victorias y un empate