CIUDAD DE MÉXICO, noviembre 24 (EL UNIVERSAL).- El arbitraje de Jorge Isaac Rojas en el clásico joven de Liguilla le pareció disparejo a Miguel Herrera, técnico de las Águilas del América.
Dos expulsiones (Mateus Uribe y Edson Álvarez) mermaron al equipo del «Piojo», por lo que éste lamenta que «desafortunadamente así se le pita al América».
De acuerdo con el entrenador azulcrema, quien aún no había visto la falta de tarjeta roja de Mateus Uribe en la repetición, «es hasta un choque de piernas».
«Debemos trabajar para no dejar espacio a la duda a los árbitros para no quedar en desventaja numérica», analiza Herrera. «Me ocupa que el arbitraje sea parejo, no como el de hoy [jueves], que no lo fue. Vamos a seguir haciendo las cosas para que vuelva ocurrir».
En las últimas horas, se ha especulado con un posible conflicto entre el estratega y Miguel Samudio, lateral izquierdo emplumado. El entrenador rechaza esta versión. La ausencia del paraguayo en la igualada 0-0 ante Cruz Azul se debe a «un golpe».
«Dejen de inventar chisme de que si estoy peleado con el jugador y que lo voy a correr.
No es cierto, si él es una parte muy importante para nosotros», halaga. «Si no les di la alineación es porque tenía dudas. Soy muy abierto en ese sentido y dejo que me pregunten para que no haya especulaciones».
El técnico amarillo observa que su América tiene opciones de estar en las semifinales, por no haber tenido gol en contra, pese a jugar con nueve elementos. «El cero es importante y hay que ir al partido de vuelta a ganarlo». De su cobrador de penaltis, Herrera no duda, pese a la falla de su delantero estrella: «es Oribe. No va a cambiar. De todos modos, ya fallaron todos».