Madrid.— Los colosos Real Madrid y Bayern Munich se juegan hoy, en el Santiago Bernabéu, la clasificación para una final de la Liga de Campeones ansiada por ambos equipos. Los blancos necesitan el título para convertir la temporada en un éxito, mientras que los bávaros quieren volver a ser la referencia en Europa.
Es un clásico del futbol continental, con dos equipos de marcado perfil ofensivo y el local defiende la suculenta renta de 1-2 lograda en la ida, un resultado que —sin embargo— se antojó demasiado para lo méritos que contrajo.
El equipo español no está para fiarse de semejante renta, visto lo ocurrido en cuartos de final. Entonces, defendía en casa un 3-0 ante la Juventus y necesitó de un polémico penalti en el descuento para lograr el pase. Y el Bayern lo apretó muchísimo en la ida, donde el conjunto de Zinedine Zidane apeló a su pegada e instinto de supervivencia para triunfar.
Aquel choque dejó al Madrid sin su lateral derecho titular, Dani Carvajal, y la gran duda es saber quién lo reemplazará. Nacho Fernández sería su sustituto natural, pero el defensor se lesionó a comienzos de abril y sólo efectuó dos entrenamientos completos.
Si no llega a la cita, Zizou podría pensar en situar al extremo Lucas Vázquez en esa posición y reforzar el centro del campo con Mateo Kovacic, para ayudarle en las coberturas. Y más sabiendo que el Bayern tiene en Franck Ribéry un puñal por ese flanco.
Otra duda es ver si Isco está en condiciones, pues llegó muy justo tras lesionarse en un hombro durante el partido de Munich. No parece tener muchas opciones.
Lo que es seguro es que Cristiano Ronaldo ocupará la punta y que probablemente lo acompañará Marco Asensio, uno de los jugadores destacados del primer partido y quien coronó su gran actuación con el segundo gol visitante.
“Es una semifinal y sabemos de su importancia. No hay que cambiar nada en lo que estamos haciendo. La concentración y la determinación están. Lo que hicimos en la ida fue muy bueno, pero hay que demostrar en la vuelta también”, comentó Zidane.