El marroquí Yassine Bono, guardameta del Sevilla, hizo historia al conseguir en el último minuto de la prolongación el tanto del empate del conjunto ante el Valladolid en el estadio José Zorrilla (1-1).
Bono, que había subido a la desesperada para ayudar a sus compañeros a evitar la derrota, culminó con un disparo potente una jugada casi surrealista en la que el conjunto local fue incapaz de despejar el balón y, tras recibir de su compañero Jules Koundé, fusiló el empate.
El internacional marroquí, quien admitió que era el primer gol de su carrera tras una acción «extraña», emuló a un mito del sevillismo, Andrés Palop, quien marcó, en su caso de cabeza, al rematar un córner en el partido de la Liga Europa en el campo del Shakhtar Donetsk camino del título continental hace quince años.
El propio exguardameta del sevilla, emocionado, publicó en sus redes sociales que «El @SevillaFC te hace Creer … brutal de nuevo Bono !!!!».
Bono explicó que hace dos años, cuando militaba en el Girona, también lo tuvo cerca. «Me volvió ese recuerdo para poder subir con permiso del míster. Me cayó el gol y estoy agradecido», dijo el sevillista, quien admitió que «las sensaciones difíciles de describir porque no sabía no cómo festejarlo. Es muy extraño, pero bueno, los compañeros contentos porque merecíamos más».
Bono es el segundo guardameta que marca en la presente liga. Previamente lo hizo el serbio Marko Dmitrovic, portero del Eibar, quien marcó de penalti el pasado 21 de enero ante el Atlético de Madrid.
El otro arquero que había marcado de jugada en LaLiga fue Dani Aranzubia en 2011 cuando militaba en el Deportivo ante el Almería.