La pandemia de Covid-19 no sólo tiene en vilo al Clausura 2020 de la Liga MX, también podría generar un profundo impacto en la Federación Mexicana de Futbol.
La Selección Nacional no tiene actividad desde el 19 de noviembre, cuando se impuso —en Toluca— a Bermudas (2-1), dentro de la Liga de Naciones de la Concacaf. El principal producto generador de recursos para el balompié nacional está paralizado… Y eso crea un efecto dominó.
A esta altura del año, el equipo dirigido por Gerardo Martino ya debía haber sostenido amistosos contra República Checa (26 de marzo) y Grecia (tres días después), además de que chocaría con Colombia el 30 de mayo; el 4 de junio jugaría con Costa Rica, por la semifinal de la Nations League, torneo que tendría su juego por el título tres días más tarde. Todo ha sido cancelado o, en el mejor de los escenarios, pospuesto.
La pandemia imposibilitará que la Selección Mexicana juegue en la primera mitad de 2020 y existe la posibilidad de que no lo haga en todo el año, lo que provocaría que patrocinadores, televisoras y socios comerciales exijan reestructurar los contratos, porque no se han generado recursos.
La mayoría de los vínculos que firma la FMF es por cuatrienios, así es que —si no hay actividad en 2020— no sería raro que se soliciten modificaciones y, casi siempre, podrían ser en detrimento del organismo, que vería mermada su principal fuente de ingresos.
Con Soccer United Marketing, empresa que organiza los choques del Tricolor en Estados Unidos, el acuerdo estipula cinco por año. Hasta ahora, se han cancelado tres, lo que podría significar no percibir entre seis y nueve millones de dólares, porque la FMF recibe de dos a tres por cada enfrentamiento.
“De igual forma, hay que esperar a que en Estados Unidos se abran en definitiva las condiciones, para reprogramar [los partidos]”, reconoce Gerardo Torrado, director deportivo de la FMF, en entrevista con EL UNIVERSAL Deportes. “Todo se tendrá que rearmar”.
El directivo no se adelanta con la posición de la empresa estadounidense, “pero supongo que habrá reuniones para reagendar”.
La FMF espera la llamada de la FIFA y la Concacaf para saber qué hacer, pero todos pierden con esto, porque una parte de las ganancias también va para los clubes.