CIUDAD DE MÉXICO, diciembre 20 (EL UNIVERSAL).- El cambio de gobierno en Estados Unidos, el endurecimiento de las políticas a los inmigrantes, no tiene porqué afectar las visitas de la Selección Nacional Mexicana al vecino país de norte.
Es más, Guillermo Cantú ve hoy más que nunca al Tricolor, como “un ente de unidad” entre ambas naciones.
“Ese clima que se ha formado —por la llegada de Donald Trump a la presidencia de la Unión Americana—, está en nuestra mente que en la realidad. Si bien es cierto es que puede existir un cambio importante en algunas cuestiones, creo que no todo tiene que ser malo”.
La Federación Mexicana de Futbol, aclara “no hace política, hace fútbol. Hay gente muy capaz de aquel lado y también de este que ayudarán, porque nos guste o no, queramos o no, México y Estados Unidos están unidos, muy unidos.
En la franja fronteriza hay una cultura muy propia de los dos países. Al final nos adaptaremos bien a los cambios, si es que se presentan”.
Para Cantú el fútbol es motivo de unidad, no de separación: “Y la muestra clara de eso está en el juego en Columbus (entre las dos selecciones).
El mejor momento fue cuando los jugadores se tomaron la foto juntos. Eso es más importante que cualquier barrera mental o física que se pueda poner”.
Por eso más que nunca, el Tri “debe ser un punto de encuentro para la comunidad mexicana y latina que habita del otro lado y eso es bueno”.