El Estadio Azteca cada vez muestra más deficiencias en todos los sentidos… Y una es la organización. En el estacionamiento, bastante amplio, pero insuficiente, los acomodadores y gente de seguridad hacen de la necesidad un negocio en la Puerta 7.
En el América vs Tigres, que tuvo una buena entrada, amagaban cerrando puertas y diciendo que ya no había lugar; la fila de automóviles comenzaba a avanzar y, después de unos minutos, abrían las puertas para algunos, que estaban dispuestos a pagar 300 pesos o más.
La lista de pendientes cada día se hace más grande en el Coloso de Santa Úrsula.