Descontrolado fue el festejo de Diego Simeone, técnico del Atlético de Madrid, cuando cayó el gol de Giménez, que abría el marcador en el juego ante la Juventus.
El Cholo volteó a la tribuna y se tocó los genitales en un claro gesto de revancha. El técnico sacó toda la frustración que le había quedado por el primer gol anulado a su equipo, obra de Morata, debido a una revisión del VAR.
El técnico contestó así al ser preguntado por el gesto con el que celebró el gol de Giménez, llevándose las manos a los testículos.
«Lo sentí en ese momento, poner a Koke y a Costa tras más de un mes que no jugaban, había que tener huevos. Los puse y salió bien», dijo.