El Camp Nou ha recibido por todo lo alto a los jugadores del Chapecoense brasileño en la presentación de uno de los trofeos Joan Gamper más emotivos que se recuerdan, ya que nadie olvida el accidente del 28 de noviembre en Colombia que dejó sin vida a 71 personas y que hirió fatalmente al equipo.
Sólo tres futbolistas sobrevivieron: Alan Ruschel, Jakson Ragnan Follman y Helio Hermito Nieto. Los tres han saltado al césped después de que lo haya hecho el resto de sus compañeros y han recibido la ovación más sentida por parte de todos los aficionados y de la plantilla azulgrana. Ellos han sido los encargados de realizar un saque de honor que ha inundado de sentimiento y decibelios el estadio.
De estos tres supervivientes, sólo Alan, el capitán, estaba en condiciones de saltar al campo. Lo ha hecho después de ocho meses de recuperación física, por no hablar del fuerte impacto anímico. Muchas emociones para el defensa, de 27 años, ilusionado por vestirse de corto.
El entrenador del Barcelona, Ernesto Valverde, ha asegurado que para la entidad era «un honor» recibir al Chapecoense. «Lo ha pasado muy mal en los últimos meses», ha recordado.
El capitán, Andrés Iniesta, se sumaba al sentir del ‘Txingurri’: «Es un día muy especial. Nos hace muy felices que podáis estar aquí, espero que sea inolvidable».
El Trofeo Joan Gamper es un compromiso especial, por infinidad de intangibles motivos, para los jugadores del cuadro brasileño. Sin embargo, el amistoso supone un paréntesis para una situación deportiva complicada: el Chapecoense trabaja para eludir el descenso y ha viajado después de perder 2-0 contra el Coritiba.
Los futbolistas brasileños han lucido una camiseta especialmente diseñada para este compromiso, blanca con 73 estrellas verdes, ya que el club fue fundado en 1973. Ahí, hacia las estrellas, miran los componentes de la actual plantilla del Chapecoense en el Gamper y en todos sus partidos. La ovación es innegociable.