Eduardo Bravo se convirtió en el nuevo portero de la Liga MX, al debutar esta tarde en el arco del Querétaro.
Antes del silbatazo inicial, entre Gallos Blancos y Necaxa, se confirmó la lesión de Gil Alcalá, capitán y guardameta titular del club, además de que Gerardo “Kampa” Ruiz, suplente habitual también se encuentra en algodones.
Alex Diego –necesitado del triunfo para seguir con vida en el Guardianes 2020– tuvo que acudir a su tercer arquero, Bravo, quien nunca había jugado en Primera División.
Formado en las categorías inferiores del Toluca, el tapatío, de 29 años de edad, ha tenido procesos en la Segunda División, con la Universidad Autónoma del Estado de México, y en 2015 pasó al Atlante.
Este portero fue uno de los futbolistas que emigró de Cancún a Querétaro, cuando el grupo inversionista adquirió la franquicia de los Gallos Blancos, durante el verano. En el semestre, Bravo apenas había disputado tres partidos con la Sub-20, en los cuales recibió nueve anotaciones.
Alcalá, en caso de que los azulnegros no clasifiquen al repechaje, se habría perdido el resto del Guardianes 2020, tras sufrir una tendinosas del supraespinoso izquierdo, una baja de dos a tres semanas.