El Universal
Ascenso Dorado. Sinaloa volvió a la primera división al derrotar 0-2 a Necaxa y acumular un 1-3.
Con esto el grupo Caliente tiene ya dos equipos en la Primera y la multipropiedad se vuelve tema a discutir de nueva cuenta
Raúl Enríquez fue el héroe al anotar los dos tantos que regresan a los Dorados al máximo circuito.
Poco o nada de futbol se ofreció durante la primera parte. Más allá de la intensidad con la que se juega, ambos equipos no mostraron ganas por coronarse, o por lo menos las escondieron de buena manera.
Necaxa, obligado por la localía, se limitó a explotar en lo largo a sus dos puntas, Rojas y Lojero, siendo el primero en apenas el amanecer del juego, el que tuvo la más clara de gol al enfrentar al portero de Dorados, Alfredo Fraustro en mano a mano estrellando el balón en el cuerpo.
Fuera de eso fue una total lucha de fuerzas en medio campo, de querer y no poder; de no querer y dedicarse a destruir.
Algunos gritos sacó el lateral necaxista Alafita en sus incorporaciones al ataque, aunque estas terminaban siempre en un pase mal dado. Dorados hizo su primer tiro a la portería de Jesús Gallardo hasta pasada la primera media hora de juego y este terminó en las fuentes que adornan el estadio Victoria.
Todo el primer tiempo fue pasado por lluvia, pero eso no fue pretexto para el pobre espectáculo que se vivió en los primeros 45 minutos.
De final, el juego por el Ascenso, sólo tuvo el nombre.
La segunda parte no cambió su tesitura. Sólo de papeles.
Necaxa ahora no quiso, decidió jugar el mismo juego que los Dorados que viendo la pasividad del local trataron de soltarse un poco el pelo, sin conseguir mayores novedades.
Los cambios de Jesús Fuentes, técnico rayo, fueron por lesión, los de Carlos Bustos buscando revolucionar al frente.
Pero para que haya revolución se necesitan valientes. Y hasta el minuto 78 apareció uno Raúl Enríquez quien coronó con un cabezazo una descolgada de Angulo.
Los cánticos de «Vamos a volver «, cambiaron por los de «Sí se puede».
Necaxa se fue de inmediato a la desesperada en busca del empate, desprotegiendo su retaguardia. Así otra descolgada ahora conducida por Segunda Castillo términó en el segundo tanto de Enríquez a los 82.
Cayendo el segundo gol Aguascalientes comenzó a llorar. Una verdadera tromba cayó sobre el estadio, aunado a que los aficionados dolidos comenzaron a arrojar objetos a la cancha.
La frustración llegó a los Rayos que metieron la pierna en busca de un milagro, pero no hubo poder que los pudiera regresar al juego.
Ascenso Dorado. Sinaloa está de vuelta en Primera y la multipropiedad… Otra vez es tema a discusión