Hace ya casi un par de años que los Cafetaleros de Chiapas (en ese entonces de Tapachula) vencieron a los Alebrijes de Oaxaca para ser los campeones de la temproada 2017-18 del Ascenso MX, y al no poder ir a Primera, les entregaron los 120 millones de pesos que pagaron los Lobos BUAP para mantenerse en el Máximo Circuito.
Ese dinero, según el reglamento, tendría que ser utilizado para mejorar su infraestructura y el desarrollo de la institución en busca de, entonces sí, lograr la famosa certificación. Pero eso no sucedió, fue poco de ese dinero el que utilizaron como debían, después decidieron mejor abandonar Tapachula e irse al Víctor Manuel Reyna en Tuxtla Gutiérrez en donde este equipo ha navegado en los últimos lugares de la tabla con peligro de descender.
Lo peor, es que este club cayó en esas malas prácticas de no cubrir los salarios de sus futbolistas y tienen un adeudo con ellos desde el pasado mes de febrero, lo que le ha hecho preguntarse a muchos: ¿en dónde quedaron eses 120 millones de pesos?