CIUDAD DE MÉXICO, junio 24 (EL UNIVERSAL).- Algunos de sus clientes con mayor relevancia le han visto un par de veces, no más. El contacto casi siempre es telefónico y breve, porque lo de Andy Quinn es generar dinero, no construir relaciones personales cercanas.
Abogado irlandés de 50 años de edad, es la pieza clave en los movimientos financieros de importantes futbolistas como Cristiano Ronaldo, Radamel Falcao, Ángel di María y Fabio Coentrao. Algunos directores técnicos, en especial José Mourinho, también piden sus servicios, debido a la discreción con la que se maneja y las ganancias que les deja.
Sigiloso maestro de los números que tiene en el agente portugués Jorge Mendes a uno de sus principales socios. Quinn, junto a los también litigantes Liam Grainger y Bob Richmond, dirige la compañía Multisports & Image Management (MIM) Limited, mediante la que astros del balompié firman contratos que les permiten evadir al fisco.
La clave está en que Irlanda, sede de la compañía y con la que se firman los convenios, tiene los impuestos más bajos de Europa.