Después de la final en el Guardianes 2020, los Pumas comenzaron a desmantelarse y su afición a sufrir, por la falta de refuerzos. Carlos González se fue a los Tigres y el ataque universitario comenzó a tambalearse y pudo ser peor.
Juan Ignacio Dinenno, el hombre gol felino, estaba en vitrina y libre para venderse, pero no llegó una oferta formal y seguirá en los Pumas.
Un final no tan feliz para la directiva auriazul, que después del buen papel que el argentino tuvo en el torneo anterior, estaba dispuesta a quedarse sin goleadores, con tal de sanear las finanzas del club.
Una preocupación menos para la afición felina.