El paso irregular del Cruz Azul provoca inquietud en la directiva. Después de la derrota frente al Santos, Guillermo Álvarez, presidente del club, se presentó en los vestuarios del Estadio Azteca, pero no para hablar con los jugadores.
El mandamás celeste se reunió únicamente con el cuerpo técnico de Pedro Caixinha.
La molestia de la afición celeste, que ya exige la destitución del portugués, fue escuchada por la directiva del club, mas ha respaldado al entrenador, con la expectativa de que pueda levantar al equipo del mal momento que vive.
La junta se alargó, lo que provocó que Caixinha se tardara en llegar a la conferencia de prensa.