El Universal
Tal y como lo dijo el sábado Carlos García, dirigente de la organización por los inmigrantes Puente Arizona, cuando la Selección Nacional se presenta en alguna de las plazas de los Estados Unidos, «es día de fiesta, no es día para protestar».
Los paisanos ven la visita del equipo mexicano «como una remanso en medio de todo lo que se vive aquí en Arizona, donde somos cazados y perseguidos».
La visita de Donald Trum, quien busca la candidatura a la presidencia de Estados Unidos por el partido republicano despertó una manifestación hecha al vapor, «y es que el Donald -dice García- mantuvo su llegada muy en secreto.. No se confirmó que venía hasta hace tres días (el jueves pasado), por eso no pudimos organizar alguna manifestación grande. Al Convention Center vinieron apenas 100 personas, pero con tiempo para organizar, llegamos a juntar hasta 100 mil.
Y esa falta de comunicación propició que hubiera protestas en el Georgia Dome.
Por eso la gente se dedicó a hacer fiesta. A pesar del intenso calor, cerca de los 40 grados centígrados, el público sobretodo mexicano no dejó de organizar sus asados, de pasearse por la explanada para tomarse fotos y eso sí, por medio de letreros expresar desde saludos, hasta su rechazo a las ofensas del empresario estadounidense a los mexicanos.
No más.
Y es que cuando la Selección Nacional Mexicana los problemas no desaparecen, pero se olvidan por un rato.