QUERÉTARO, Qro., octubre 2 (EL UNIVERSAL).- Después del descarrilamiento contra Pachuca la jornada pasada, La Máquina compuso el rumbo y su credibilidad, al atropellar a unos despistados Pumas, que ya son último lugar de la tabla, por 1-4 en campo neutral, con una feroz actuación de los chilenos Martín Rodríguez y Felipe Mora, quienes se sirvieron con la cuchara grande con dobletes.
Pese a que Pumas tenía la localía de la fecha 12 del Apertura 2017, cambió de sede al estadio La Corregidora, debido a la declaratoria de emergencia en la Ciudad de México tras el sismo que golpeó a la capital el pasado 19 de septiembre. Y la desventaja de no estar en el Olímpico Universitario la supieron aprovechar los comandados por Francisco Jémez.
Pumas se adueñó del balón en la primera parte, se sintió cómodo como si realmente estuvieran en casa. Tan superiores parecían que la presión por poco hace cruzazulear al rival, en un rechace de Julián Velázquez que casi termina en autogol.
Quienes daban empuje a los felinos eran los canteranos. Su defensa ahogó los intentos ofensivos de los Cementeros, incluso, gracias a ellos se fueron arriba en el marcador cuando en un rebote, Luis Quintana aprovechó para fusilar a Chuy Corona.
Pero el infortunio para los dirigidos por Sergio Egea llegó con otra lesión de Nicolás Castillo, que tuvo que salir de cambio.
Esto dio paso al pitido de La Máquina, que aceleró la remontada con sus atacantes chilenos. Martín Rodríguez, en plan intratable, se apuntó las primeras dos anotaciones, mientras que Felipe Mora sentenció cruelmente la remontada con otros dos goles.
Cruz Azul y Jémez se reivindicaron. Se ganaron el perdón tras la vergüenza en Pachuca, para ahora pelear en serio la Liguilla, con 18 unidades y una marca casi perfecta, pues sólo tienen una derrota.