La directiva del Cruz Azul ha cortado todo contacto con los visores que tenía en Sudamérica, exjugadores que mandaban recomendaciones de jóvenes futbolistas a seguir, quienes podían ser atractivos para la institución.
Esta era una práctica que tenía muchos años de llevarse a cabo en el equipo cementero, pero con la salida de Guillermo Álvarez, todo ese trato quedó acéfalo. El problema es que ahora se sufrirá para traer a buenos elementos del Cono Sur. Si de por sí, algunos ya eran bastante malitos…