En el seno de Cruz Azul no están nada contentos con la negativa del gobierno de la Ciudad de México, de no permitir que el aforo del estadio Azteca se eleve a más del 25% para el duelo de vuelta por la gran final del Guardianes 2021, en contra de Santos Laguna, a jugarse el próximo domingo por la noche.
Claudia Sheinbaum, jefa de gobierno anunció en conferencia de prensa que era imposible aumentar la entrada de gente entrara al Coloso de Santa Úrsula para la final, a pesar de que la Ciudad está a punto de pasar a semáforo verde, en cuestiones sanitarias, lo que para la directiva celeste es una clara injusticia, ya que en Torreón, en el estadio Corona las autoridades permitieron la presencia de hasta el 70% de la afición para el duelo de ida a disputarse mañana jueves.
Se habla que los cementeros presionarán por todos lados para que haya un cambio de opinión, y se dice que hasta echarán mano de la experiencia política de Mikel Arriola, presidente de la Liga MX, que algo sabe de cabildear y negociar, para lograr que más gente pueda acceder al partido, lo que los beneficiará en cuestión de aliento y también en cuestión económica, ya que podrán recuperar algo de lo perdido durante este semestre en la pandemia impidió que el público acudiera al estadio.