Le regresó la memoria a Cruz Azul. Se acordó que es un equipo grande, que cada semana debe convencer, que en cada juego no sólo deben de ganar, debe arrasar.
Le volvió la memoria a Walter Montoya. Recordó que traer el 10 en la espalda es sinónimo de ser figura, de comandar al equipo. Le regresó la contundencia a Felipe Mora, la que tuvo la metió y Ángel Mena mostró que puede ser el hombre clave que tanto a prometido.
Goleó Cruz Azul, ganó en casa, lo que no hacía desde noviembre del año pasado. Arrasó a Pachuca 5-0, unos Tuzos que sólo se llevaron como aplauso el reconocimiento a Christian Giménez…
La pregunta es… ¿No es demasiado tarde? A once puntos llegó la Máquina, a falta de seis fechas para terminar el torneo regular. Se ve complicado que los de arriba dejen de sumar para darle espacio en una posible Liguilla. Pero por lo menos el equipo de Pedro Caixinha dio una alegría a su gente, la que ya debía desde hace mucho.
¿El buen juego de Cruz Azul se debió a lo mal que se paró Pachuca? No se puede negar ni asegurar nada, lo que sí es que los cementeros aprovecharon la terrorífica tarde que tuvo la zaga pachuqueña, entregando balones en la salida, dejando espacios en todos los sectores de la cancha… Un desastre el equipo de Diego Alonso que se quedó con catorce unidades.
A los tres minutos Montoya abrió el marcador y no fue lo único que hizo el «10» cementero que se creció a la presencia del anterior cerebro azul, Christian Giménez quién en la banca era adorado por la nostalgia cementera.
Mira anotó el segundo a pase de Édgar Méndez y Ángel Menael tercero a servicio de Montoya.
Y cuando todos pensaban que podría existir una nueva «cruzazulear», no. Corona paró todo lo que se le presentó y hasta los errores en la zaga se compusieron al final.
Méndez anotó el cuarto en una descolgada y Mena cerró el regreso a su nivel con el mejor tanto del juego.
Todo le salió a Cruz Azul. Caixinha al fin entendió que Baca y Silva juegan mejor si están más juntos, y la contundencia regresó. Al fin, en el Azul hubo algo que festejar para los cementeros, parece que han vuelto… Pero… ¿No es demasiado tarde ya?