Cuando Pedro Caixinha llegó a Cruz Azul, la misión a emprender estaba más que clara: hacer campeón al equipo, después de más de 20 años sin conseguirlo o por lo menos superar lo hecho por el técnico español Francisco Jémez.
Después de 13 jornadas, está claro que el portugués, en su primer torneo como estratega cementero, fracasó. No clasificará a las finales, por consecuencia, no luchará por el título y ni siquiera pudo superar los números de Jémez.
Las comparaciones son odiosas, pero imprescindibles. El ibérico, con toda y su soberbia, tenía en su último torneo y a la altura de la jornada 13, mejores números que los del lusitano. Estaba en zona de Liguilla, lo que al final consiguió, aunque no es un mérito en un equipo grande como el cementero, sí era una urgente necesidad, después de tres años sin conseguirlo.
Caixinha no, no lo logró, y aunque muchos no se atrevan a reconocerlo, en La Noria lo dicen entre dientes… “Estábamos mejor con ya saben quién”.
Números. Jémez, en el Apertura 2017, a estas altura, llevaba 18 puntos, cinco más que la actualidad.
Al final del torneo anterior, La Máquina hizo 27 unidades, Pedro Caixinha, si ganara todos los juegos, llegaría a 24.
El ahora técnico del Cruz Azul no se dice alarmado por esta situación, para él, todo es parte del proceso, “que sigue creciendo. Sabemos claramente lo que estamos haciendo desde las bases, la estructura y sabemos que esto servirá para llevar a esta institución al lugar donde se merece estar”, ha dicho.
Mas la realidad es que todos los números favorecen al anterior proceso en la misma altura del torneo. Goles: 18 de Jémez, 15 de Caixinha; victorias: cinco del español, dos del portugués; derrotas: dos contra cinco.
En el único departamento en el que puede decirse están parejos es en el porcentaje de efectividad para hacer un gol.
El equipo de Francisco Jémez, en el Apertura 2017, tuvo 256 remates a gol e hizo 22 anotaciones. El promedio es de un tanto por cada 11 tiros. El equipo de Pedro Caixinha hasta el momento ha tirado a puerta contraria en 166 oportunidades, y ha marcado 15 tantos. Un gol cada 11 disparos.
Lo que queda. Aunque matemáticamente, Cruz Azul aún respira, tendría que darse un milagro para entrar a la Liguilla. Debe ganar todos sus juegos y esperar que los clubes que están arriba no sumen. A La Máquina le quedan cuatro juegos: Recibirá a Lobos; visitará a Tigres; le hará los honores a Morelia y cerrará en el puerto frente a Veracruz, y a esas alturas se espera que los números de Caixinha superen a los de… ya saben quién.