A diferencia de lo que parece sucederle al Cruz Azul, el América no tiene miedo y enfrenta a cada rival como un obstáculo rumbo al título, simplemente.
Las Águilas no tienen motivo alguno para temerle a otro equipo, mucho menos al cementero, por lo que la mentalidad y el futbol les funcionó mucho mejor en la ida de los cuartos de final.
“No sé si sea algo del Cruz Azul [el miedo], pero nosotros los vemos como un obstáculo que tenemos que superar para cumplir con el objetivo”, señaló Oribe Peralta, capitán azulcrema.
El América no pierde frente a La Máquina desde el 4 de octubre de 2014 y tampoco es eliminado de la Liguilla por ese rival desde el Invierno 1999, una estadística que les eleva la confianza, pero que genera pesadillas a los jugadores que portan la celeste, atemorizados por el uniforme crema.
El grupo dirigido por Pedro Caixinha fue evidenciado por el de Miguel Herrera, que dominó el cotejo del jueves a su gusto y tiene medio boleto para las semifinales en el bolsillo.
“Aún no está definido y vamos a intentar mejorar en la vuelta . Tenemos que tomar precauciones, porque esto se acaba después del segundo partido”, atajó el líder en el Nido.
Los colores que viste el América han provocado una reacción negativa en los celestes, que no encuentran la forma de quitarse las sombras del pasado, los malos recuerdos y traumas provocados por el rival más odiado.
Para los azulcrema, ese conflicto psicológico es su mejor ventaja cada vez que se encuentran en las fases finales. En 32 compromisos de Liguilla, contando el del jueves, las Águilas se han llevado 15 y, los cementeros, ocho.
Además de que los pupilos de Miguel Herrera no tienen la preocupación de recordar el pasado, ya que la nostalgia es algo positivo para ellos y la mentalidad es otra.
“El América está enfocado en buscar el título”, sentenció Peralta, seguro del paso del conjunto de Coapa en la Liguilla rumbo al bicampeonato.