En el inicio de la temporada de la Liga Mexicana del Pacífico significó el regreso del público a los estadios en el deporte profesional de México. En el juego entre los Tomateros de Culiacán y Guasave, en el estadio Tomateros, hubo aficionados que hicieron caso omiso a las medias sanitarias.
Minutos antes de ingresar al estadio, el gobernador de Sinaloa, Quirino Ordaz, mencionó que confiaba en los protocolos de las ligas y en el cuidado de la gente; sin embargo, dentro del inmueble, los seguidores no respetaron la sana distancia en el graderío, donde grupos de personas se sentaron juntos. Además, hay quienes no usaron los cubrebocas y no siguen las reglas de la circulación en el estadio, donde la gente camina junta.
«Estamos viendo que hay un protocolo muy estricto, a estas alturas, la gente está más informada y harta del encierro, entonces yo confío mucho en los cuidados de la gente, en los protocolos, además es terapia, ayudar a la economía», mencionó Quirino Ordaz.
De igual forma, al ingresar al estadio, los aficionados se amontonaron y las autoridades presentes estuvieron muy blandas a la hora de exigir tomar una distancia considerable. En las transmisiones televisivas, era muy notorio cómo el público se juntó sin cubrebocas y hasta niños se observaron en las butacas.
Hubo un momento en el que incluso, Héctor Ley, presidente ejecutivo del equipo Tomateros de Culiacán tuvo que intervenir para que unos aficionados en estado inconveniente se calmaran, algo que no pasó y fueron sacados del inmueble por la seguridad del estadio.