CIUDAD DE MÉXICO, septiembre 16 (EL UNIVERSAL).- No todo es color de rosa para los futbolistas mexicanos que actúan en Centroamérica.
Luis Omar Hernández, quien jugó en Necaxa y San Luis, en Primera División, tomó el balón y se fue a Costa Rica, desilusionado del trato que recibió en su país.
“Me vine un poco desilusionado de México por cómo tratan al futbolista allá. Cada vez más dan menos valor. Nos tratan según le convenga al club. Aunque tengas contrato no importa, no hay respaldo… Estaba en Necaxa en 2015. Había contrato hasta mayo, pero no entré en planes del técnico.
En el draft no hubo equipos y pasado esto no se puede hacer nada. Tener un día para contratarse no es nada”, se queja el defensa central.
De la noche a la mañana se quedó sin trabajo, así que tuvo que recurrir a los viejos conocidos. “Mi representante contactó al gerente deportivo del Herediano, Jafet Soto, quien jugó en México. Así se dio y me he venido adaptado, me ha ido bien. Cuatro torneos jugados acá. He sido dos veces campeón. Herediano es un club serio. Jafet quiere asemejar la forma en que se trabaja en México en cuestión del manejo”.
—¿Es buena idea irse a jugar a Costa Rica?
—El mexicano no se anima a arriesgarse, a salir de México. Cuando pasó lo del draft, se me vino el mundo encima, es tu trabajo, es lo que sabes hacer. Y no es malo buscar trabajo, pedir oportunidades. Es verdad, aquí no hay la infraestructura de allá… Pero no es tan distinto ir a jugar a Centroamérica. Valoras muchas cosas que tenías allá, pero tienes trabajo, hay que valorarlo. A veces uno tiene desconocimiento y piensa que económicamente te va a ir mal, pero si trabajas y llegas a un club serio, te va bien. No perdí dinero, tampoco gané… Mi vida sigue siendo igual.