El futbolista uruguayo Guillermo Varela fue despedido hoy del Eintracht Frankfurt porque la infección que sufrió en un tatuaje reciente le iba a impedir jugar el sábado la final de la Copa alemana.
«El camino de Guillermo con el Eintracht Frankfurt se ha separado después de esto. El club no puede tolerar que un jugador se oponga a las indicaciones del entrenador y de los médicos antes de un partido tan importante», declaró hoy el director deportivo del conjunto alemán, Fredi Bobic.
El directivo calificó la decisión del futbolista como muy imprudente y tachó su conducta de «claramente errónea». Varela, desatendiendo las indicaciones del técnico del club, Niko Kovac, se hizo el lunes un tatuaje que posteriormente se le infectó.
A causa de la complicación y con el objetivo de garantizar una buena cicatrización, al defensa le fue desaconsejada la práctica de deporte.
Varela llegó a Alemania el pasado verano (boreal) cedido por un año por el Manchester United. A pesar de que en un principio el club alemán consideraba la posibilidad de ampliar la cesión del uruguayo, su comportamiento ha cercenado por completo esta posibilidad.
«Esto, por supuesto que ya no se plantea», admitió Bobic. A la suspensión inmediata a la que ha sido sometido el jugador se sumará además una sanción económica.
«El hecho de que haya perjudicado al equipo con un comportamiento tan egoísta nos obliga a tomar esta medida», concluyó el director deportivo del club de la Bundesliga alemana.
El Eintracht Frankfurt disputará este sábado la final de la Copa Alemana ante el Borussia Dortmund. El encuentro tendrá lugar en el Estadio Olímpico de Berlín.