Los socios cooperativistas, que no forman parte de las Comisiones de Administración y de Vigilancia, se encuentran en reuniones para determinar el futuro de la Cruz Azul y del equipo de futbol.
Al presentar su renuncia como director general, Guillermo Álvarez Cuevas no queda libre de sus responsabilidades, ya que la Asamblea General, máximo instrumento dentro de la organización, es la que decide si la acepta o no.
Estos socios, los mismos que formaron ayer la Junta de Gobierno –desconocida por el mismo Billy–, no quieren dejarles las riendas a los conocidos disidentes, encabezados por José Antonio Marín Gutiérrez y Víctor Manuel Velázquez Rangel.
Una fuente reveló a EL UNIVERSAL Deportes que la intención en estas juntas del sábado, en la Ciudad de México, Oaxaca e Hidalgo, es solidarizar el respaldo para el director general y no aceptar su salida de la organización.
Sin embargo, todavía no existe una fecha para la Asamblea General, por lo que este proceso puede tomar semanas, por lo que la silla del presidente del Cruz Azul, de acuerdo con la Liga MX, seguiría a nombre de Guillermo Álvarez Cuevas.
Por lo pronto, Jaime Ordiales, director deportivo del club, sigue como el responsable del equipo, hasta definir claramente el destino de La Cooperativa y, por ende, de La Máquina.