El Universal
Poco más de 10 mil kilómetros separan a México de Rusia, pero José de Jesús Corona se siente mucho más cerca del gigante euroasiático. ¿La razón? Esa confianza que ha retomado dentro de la Selección Nacional.
Titular en el partido amistoso del sábado ante Ecuador, el guardameta del Cruz Azul confiesa que una de sus principales metas es resguardar el arco mexicano en la XXI Copa del Mundo. Tener en su hoja curricular la suplencia en Alemania 2006 y Brasil 2014 es poco para un hombre con sueños ilimitados.
“Es un objetivo. Sabemos que queda tiempo, falta el tema de eliminatorias, son cuatro años, pero voy sumando de a poco”, expresa el tapatío, en charla con EL UNIVERSAL. “Primeramente en mi club y cuando se me ha dado la oportunidad en Selección Nacional. [Hay que] saber que esta posición es más longeva, a diferencia de un jugador de campo, y también podré llegar en buen momento”.
Llegará a Rusia con 37 años de edad. No le preocupa. Se enfocará en ganar la batalla a Guillermo Ochoa, su eterno rival deportivo, porque —desde ahora— parece que volverá a ser una lucha de dos, más allá de que Miguel Herrera ha considerado a Alfredo Talavera, Moisés Muñoz y hasta Édgar Melitón Hernández.
“Hay que visualizarse desde ahora, soñar con eso y saber que los sueños se pueden hacer realidad”, comparte ilusionado. “Siempre supe qué había que hacer para regresar a Selección y mantenerse en buen nivel. Pasan los años y uno adquiere mucha más experiencia, lo cual hay que aprovecharlo”.
Dentro y fuera de la cancha, porque el medallista áureo en los Juegos Olímpicos Londres 2012 presume haber aprendido a controlarse, lo que le permite acercarse a esa versión con la que piensa luchar por cristalizar su sueño de jugar en el máximo evento futbolístico del planeta.
“Sabemos que, como se dice, el entrenamiento invisible también importa: los cuidados personales. Somos figuras públicas, hay que cuidarse, ser un ejemplo para la sociedad, para tantos jóvenes que nos siguen”, recuerda. “Primeramente, siempre hay que hacer la diferencia dentro del terreno de juego, sin dejar de lado los cuidados personales.
“Primeramente, uno tiene que hacer su trabajo, el sacrificio, buscar mejorar día con día y lo demás ya no depende de uno, sino del director técnico nacional. Hay que dejarlo que decida y respetarlo, como siempre”.
Todo indica que la eterna competencia con Ochoa vivirá un capítulo especial durante el verano. No se detendrá, pero será a la distancia.
Son los hombres de confianza del ‘Piojo’, por lo que uno será titular en la Copa América y el otro en la de Oro. Se supondría que quien ataje en el torneo de la Concacaf será, en ese momento, el primero para Herrera.
“Por el tema de la competencia, hay Copa Oro, América, así es que se abre la puerta para muchos de nosotros”, agradece Corona. “Me voy a dedicar a hacer mi trabajo, mejorar día con día, ayudar a los compañeros y, de ahí, automáticamente podremos tener la oportunidad de buscar un puesto titular, ya sea en una u otra Selección”.
—¿Te da lo mismo en que Selección, siempre y cuando seas titular?
—Es un objetivo que tengo bien claro, pero dependerá de mí. [Tengo que] demostrar que paso por buen momento para tener la oportunidad de jugar.