El presente y futuro es negro para el Guadalajara que se enfila a un año de gravedad inmiscuidos en el descenso y con una derrota 2-1 a manos de Tigres en el cierre del Clausura 2019.
Las Chivas volvieron a mostrar que son un equipo sin control. Una institución que necesita más allá de refuerzos otra identidad. Con poco Tigres fue más que los tapatíos. Sin pretensiones, los regiomontanos fueron cerebrales.
El gol no pudo ser de otra forma que con la cabeza. Andres-Pierre Gignac a pase de Lucas Zelarayán. La anotación al minuto 38’ rompió la monotonía de un juego sin nada en juego. El 2-0 fue obra de Zelarayán quien recibió afuera del área y con la zurda cruzó su disparoal 76’ para el júbilo de los 41 mil aficionados que asistieron al Universitario
La culpa en el rebaño es de todos. Jugadores, directiva y entrenadores son villanos en esta historia que ya suma cuatro capítulos en los que el equipo más popular no accede a la Liguilla.
Un resultado favorable no habría dado la clasificación al Guadalajara pero al menos sí la esperanza a sus aficionados de que el futuro al menos se vislumbra menos mal que el presente.
Los visitantes acortaron en la parte final del juego (80’) con un zapatazo de Alexis Vega. La afición llenó el estadio, vio a sus Tigres cerrar el torneo para ir a la Liguilla y también vio los últimos 90 minutos de agonía del Guadalajara en el Clausura 2019